Atormentada por su descubrimiento, la joven hace llegar la prueba a la policía. Se descubre que el asesino de la familia Campos mantuvo una conversación de Whatsapp, de más de siete horas, con un amigo a 6000 km de distancia. En ese chat, le relata lo que ha hecho, pero también lo que está a punto de hacer. El amigo, al otro lado del móvil, le guardará el secreto, sin imaginar que esos mensajes le cambiarán la vida.